Si
están dispuestos a aprovechar el verano solamente los sábados
y domingos, y destinar el resto de la semana algo más remunerativo,
seguramente ya han tenido en cuenta que éste es el momento
ideal para ingresar a una empresa.
¡El
momento ideal! ¿Cómo? ¡Si todo el mundo está
de veraneo!
Justamente por esa misma razón, entre otras, puede ser
ésta la oportunidad para ingresar al mercado laboral. Es
una época del año en que las empresas siguen teniendo
necesidades a satisfacer, y nuestros posibles competidores
están paseando, lejos de nuestro campo de acción.
La
ecuación es simple, durante el año de trabajo
hay más candidatos que oferta de puestos. En cambio,
durante la época veraniega, si bien la oferta de puestos
baja un poco, los postulantes a los mismos son muchos menos. Por
otra parte, es el tiempo en que surgen trabajos temporarios
por recarga estacional, suplencias por licencias vacacionales,
inicio de nuevos proyectos o productos y reestructuración
de planteles.
Por
favor, no asustarse al escuchar "trabajo temporario"
o "por equis meses". Esto, que parece una solución
momentánea frente a una necesidad permanente, merece una
reflexión. Ingresando en estas circunstancias, se habrán
obtenido dos cosas:
1º)
que la empresa los conozca y los tenga en cuenta para la próxima
búsqueda de personal permanente (si es que se ocuparon
de dejar una buena impresión), y
2º)
habrán cruzado la barrera del primer empleo.
Se busca aprendiz con experiencia
El
problema básico de cualquier debutante, (lo escucharán
decir a cada rato) es: ¿Cómo conseguir trabajo
si en todos lados te piden experiencia previa?
Ustedes
se han formado, capacitado, muchos con grado universitario, se
han preparado y sin embargo la falta de experiencia aparece como
una valla infranqueable. El por qué de esta exigencia es
que las empresas necesitan personas que, además de sus
conocimientos técnicos, posean metodología de trabajo,
estén habituadas a las reglas del juego y al cumplimiento
de horarios rigurosos, sean aptas para cumplir órdenes
(muchas veces imperiosas), sepan interactuar en grupos y tengan
esos otros hábitos laborales que solamente se adquieren
trabajando.
Algunas
compañías tienen organizados entrenamientos especiales
para los iniciados, pero por ahora esto no es lo más común.
El entrenar a una persona es una tarea que requiere personal adecuado
y tiempo, y ello significa aumento de los costos. Por eso, es
conveniente tener claro que se tendrán más posibilidades
de conseguir el puesto que se desea si primero se ha cumplido
alguna función dentro de una organización (los tradicionales
summer jobs de EE.UU.).
No
importa tanto la tarea que se realice. Lo que importa es todo
lo que podemos ganar por aprender a trabajar.
Tiempo de invertir
De
lo anterior se desprende que para aquéllos que están
a la espera de una buena oportunidad, el próximo puede
no ser "un verano más". Todo es cuestión
de tener ganas de invertir un verano de nuestra vida, uno solo,
para dar el gran paso. Será la ocasión para darse
a conocer y para dejar de ser un aprendiz sin experiencia.
Y
recuerden que en algunas oficinas el aire acondicionado es excelente
y hasta las hay con ventanas que permiten vistas a paisajes muy
agradables y reconfortantes.
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