El
miedo al psicólogo
Es
cierto que realizar una evaluación psicológica a
personas que no lo han solicitado por sí mismas genera
tensiones mayores que en otras circunstancias. Y sobre todo si
se cree que de ello depende ser aceptado o no para el puesto en
cuestión. Generalmente, el desempleado se encuentra en
una situación de indefinición total, por lo tanto
le resulta casi traumático enfrentarse a sí mismo
y delante del ojo crítico de un psicólogo.
La
angustia se genera en el imaginario social que le adjudica
a este proceso un significado distinto al verdaderamente buscado.
No se utiliza para realizar un diagnóstico clínico
del postulante, sino que el objetivo del psicotécnico
consiste en realizar un diagnóstico de una situación
total que involucra tanto al individuo como a la empresa.
El
psicólogo diagnostica a la persona en función al
puesto específico que se ofrece. Quien no resulta apto
para un puesto determinado en la empresa X puede en cambio ser
el postulante ideal para un puesto similar en la empresa Z. Porque
el objeto de las entrevistas y evaluaciones que integran el proceso
de selección, es buscar por igual el candidato ideal para
dicho puesto y la inversa, el puesto ideal para esa persona.
Superando el Test
Es
habitual que los postulantes traten de averiguar "qué
decir" en las pruebas, incluso invierten tiempo leyendo bibliografía
sobre las distintas metodologías de evaluación psicotécnica.
Cabe
aclarar que los datos obtenidos a través de las baterías
psicodiagnósticas sólo cobran sentido cuando son
analizados en su conjunto y por un psicólogo. Aisladamente,
los datos no nos dicen nada. Se trata de un trabajo que implica
un procesamiento de toda la información teniendo en cuenta
las recurrencias y convergencias que van surgiendo del material
en su totalidad, esto es una integración y decodificación
de la misma relacionando los datos entre sí.
Es
por ello, que en este contexto no hay respuestas correctas
o incorrectas.
¿Cómo
tengo que dibujar si me piden que haga tal cosa?"
¿Dibujo
un árbol apoyado sobre el césped para dar la sensación
de tener los pies bien puestos en el suelo?"
¿O
dibujo mejor un árbol volador para que puedan apreciar
mejor mi imaginación?"
No
hay algo que esté bien o algo que esté mal. No se
considera al postulante en función de un aspecto en particular
sino de acuerdo con los distintos rasgos en su conjunto que vayan
surgiendo a lo largo de todo el proceso de evaluación.
No
hay que ahogarse dentro de un vaso de agua, llegado el momento
se le puede sacar mucho provecho a este tipo técnicas psicológicas.
Sirven para realizar una muy buena introspección acerca
de sí mismo. Porque, gracias a ellas, es posible trabajar
sobre aquellos aspectos personales que el sujeto quiera modificar
o mejorar, para así poder acceder a las metas que anhela.
Es
bueno recordar que "un candidato es bueno" cuando en
la tarea que se le ha asignado pueda aprovechar sus aptitudes,
satisfacer su nivel de aspiraciones, estimular sus intereses y
cubrir sus necesidades sociales. Y en esto consiste la verdadera
misión del entrevistador.