Para algunos, sobre todo para aquéllos con conocimientos de inglés, el teletrabajo vendrá a solventar la escasez de empleo de los países menos desarrollados.

Trabajando a distancia, desaparecen las distancias entre naciones. Con sistemas adecuados de telecomunicaciones y algunos conocimientos de inglés, hoy es posible a un trabajador argentino postularse, desde su casa, a las empresas y a los países donde existe mayor oferta de trabajo.

Sin embargo, el avance es tan vertiginoso que ya aparecen algunos baches que habrá que resolver con prontitud, si queremos que esta oportunidad no se nos escape o que llegue a generar más inconvenientes que soluciones. Uno de estos aspectos es la ausencia de regulación laboral, que puede causar algunos problemas. Se precisa una legislación específica que se ocupe de este asunto, de ser posible que traspase las fronteras, que tenga vigencia, al menos, en el ámbito continental. Entre tanto, el trabajo a distancia pasa por ser hoy un gran interrogante para la gran mayoría de la población.

Por teletrabajo, o trabajo a distancia, se entiende toda actividad profesional desarrollada en cualquier momento y lugar, independientemente del emplazamiento común del trabajo. Estas ocupaciones se caracterizan por el uso más o menos intensivo de las telecomunicaciones y de las tecnologías de la información (desde de un simple teléfono o un fax hasta la conexión y uso de Internet).

En qué espacio geográfico.

La elección más extendida para el desarrollo del trabajo es el propio domicilio del teletrabajador. No obstante, también hay quienes se deciden por establecerse en una oficina independiente o compartirla con otras personas, pero siempre están ubicadas fuera del centro laboral del que dependen. Se trata de una especie de oficina compartida, en la que un grupo de teletrabajadores comparten gastos(ellos o su empresa). Éste lugar siempre estará situado cerca del domicilio de los interesados.

Existe un buen número de actividades que pueden desarrollarse a través del teletrabajo. Algunas de las tantas posibilidades son: Asesoría contable, laboral o jurídica, trabajos de secretaria, manejo de agenda, servicios de prensa, gestiones contables, auditorías, traducciones, servicios de data entry, consultora especializada, arquitectura, ingeniería, edición gráfica, enseñanza, agentes y seguros, promociones y venta de productos telefónicos, marketing, estudios de mercados, vigilancia de medio ambiente, realización de trámites, investigación periodística, desarrollo de proyectos e investigación científica, seguimiento de valores bursátiles, diseño gráfico.
En el caso de que se establezca una relación de dependencia como empleado de la empresa, sus obligaciones y beneficios serán los mismos que los de cualquier trabajador. Por lo contrario, si el teletrabajador no forma parte de una plantilla estable, tendrá que extender recibo por lo que perciba y deberá hacer sus aportes como trabajador autónomo. Pasará a ser un profesional independiente.

El impacto entre la población trabajadora es evidente. La mayoría son gente acostumbrada a ganar bien en puestos que no exigían alta preparación (como es el caso en Canadá de los trabajadores del sector automotriz). Muchos de ellos no tienen estudios secundarios y se resisten a acudir a cursos de capacitación porque creen que después del reentrenamiento los trabajos que les esperan son trabajos con un sueldo por hora, que puede ser inferior al 50% de lo que estaban acostumbrados a percibir.

Otra de las consecuencias de la revolución tecnológica es que los edificios del centro de la ciudad, se hallan parcial y hasta totalmente desocupados. Algunos de ellos ya han sido reconvertidos en viviendas familiares. Una buena parte de los trabajadores de esas grandes centrales ha pasado a ser "tele-commuters" (teletrabajadores).Muchos lo hacen a instancias de sus propias empresas, que pueden así reducir el costo de mantener una oficina de tres o cuatro plantas en uno de esos edificios del centro donde el metro cuadrado se paga aprecio de oro, inclusive en plena cúspide de la recesión. En muchos casos son los propios individuos desplazados que han creado su pequeña empresa, y desde sus hogares, ofrecen servicios de consultoría de diversos tipos. Y hay otros grupos de personas (amas de casa, discapacitados, etc.) que nunca trabajaron y hoy lo hacen desde sus hogares.

El cambio llega rápidamente a todos los sectores. En el ámbito financiero, con el advenimiento de los cajeros automáticos, cada vez es más reducido el número de cajeros humanos. Pero no es esa la única área afectada. La imposición de datos que da lugar al extracto mensual de mi cuenta corriente o al de mi tarjeta de crédito es más probable que haya tenido lugar en Jamaica o Pakistán que en una oficina de Toronto. En los países del llamado Tercer Mundo se ha creado toda una economía alrededor de este tipo de servicios. Por otra parte si uno llama a una pizzería para pedir que le traigan la comida a domicilio, la llamada puede haber sido contestada por cualquier ama de casa o por un discapacitado motriz, cuyas computadoras están conectadas a la red de la cadena de pizzerías. Esto, podría ser positivo, no lo es tanto si consideramos la que remuneración que perciben estos trabajadores es inferior al que percibían los trabajadores por ellos desplazados, cuando respondían las llamadas desee las oficinas de las diferentes empresas. Y, por supuesto, carecen de los beneficios que sistemáticamente acompañaban a los sueldos de dichas personas. La prensa local ha comenzado a denunciar casos, cada vez más frecuentes, en los que el pago a estas personas no llega al mínimo estipulado por las leyes laborales.

Dicho todo lo anterior, debo haber dejado la impresión de que estoy en desacuerdo con el progreso tecnológico. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. No es la tecnología la culpable del problema social, sino aquellos que hacen abuso o mal uso de ella.

En mi caso particular, la tecnología lejos de ser un enemigo, es mi herramienta de trabajo y en buena medida mi aliada. Tras varios años de retiro voluntario para dedicarme a mi familia (esposo y cuatro hijos), es la computadora la que me permite trabajar y simultáneamente estar en casa cuando ellos regresan =, al tiempo que aporto a la economía familiar. Mis trabajos de traducción los puedo ahora entregar vía Internet independientemente de que la empresa se halle a miles de kilómetros de mi hogar. Al propio tiempo, es la computadora la que me mantiene informada sobre mi propia tierra (España) y en contacto con mi gente.

Hay otro aspecto social que también debemos cuidar quienes trabajamos a través de este medio. Tenemos que tomar conciencia de que sólo con autodisciplina podremos escapar a la adicción que puede crear. El teletrabajador corre el riesgo, sin darse cuenta, de aumentar peligrosamente las horas trabajadas, lo cual puede fácilmente conducirlo al agotamiento. El tiempo que nos ahorramos al no tener que viajar hasta la oficina no debe de ninguna manera traducirse en tiempo añadido a nuestro horario de trabajo en el hogar. Reconozco que la tentación de sentarse después de la cena a "adelantar el trabajo" puede ser grande, pero no debemos sucumbir a ella salvo en los casos excepcionales en los que realmente haya un trabajo urgente y se corra el riesgo de perder el cliente. Otro hábito en el que no debemos caer es el de comunicarnos a través de e-mail con personas con las que podemos comunicarnos por el teléfono, o mejor aún, personalmente. Nada puede reemplazar el calor de la relación directa. Al mismo tiempo, podemos beneficiarnos de la enorme ventaja que supone mantener contacto con personas que se hallan geográficamente lejos. En ese caso, la rapidez y el bajo costo lo convierten en el medio ideal".

TELETRABAJO
en el mundo

A FAVOR
Según una encuesta realizada en Japón, los empleados que trabajan fuera de las oficinas eran 680.000 en 1996 y las cifras aumentarán a 2,5 millones para el 2001. En cuanto a la efectividad, ha contribuido al aumento de la productividad y la eliminación de fatiga laboral. Una de las ventajas más notorias, es poder concentrarse en el trabajo sin interrupciones telefónicas. Por ejemplo, Fuji, Xerox Co., ha inaugurado sucursales equipadas con computadoras personales en 12 barrios de Tokio y la productividad ha mejorado en un 18%. (Japan Times).

EN CONTRA
¿Qué está pasando? Uno de cada cinco convenios sobre teletrabajo fracasa en Estados Unidos. Un antiguo teletrabajador reveló que le resultaba muy difícil concentrarse en su casa debido a los ladridos de su perro. Otro caso fue descripto por una teletrabajadora que, al ser la única profesional de la cuadra que trabajaba desde su casa, su domicilio se transformó en la recepción de todos los paquetes entregados por correo.
Desde la óptica de los empleadores, los empleados siguen considerando que la oficina es el lugar de trabajo indicado para probar sus aptitudes y compromisos laborales. El concepto autoritario de la dirección de empresas no ha cambiado todavía en su totalidad. Las estimaciones de la cantidad de teletrabajadores en Estados Unidos van desde los 9 hasta los 42 millones.
Charles Grantharn, presidente del instituto para el estudio de los Trabajos Distribuidos en Walnut Creek, California predice que la cantidad de contratistas independientes crecerá en los próximos cinco años, superando ampliamente a la de los teletrabajadores. (New York Times).
Fuente: Resumen de Noticias, Manpower Argus.

Existen distintas empresas que ya están implementando el sistema en algunos de sus sectores.
En el caso de la Editorial Juegos & Co. Todo el Staff incluso el administrativo trabaja interconectado desde sus domicilios. El caso de Ana Cañas (ilustradora e infografista) es significativo. Hace dos años y medio nació su hijo Alejo. No ha tenido que renunciar a su trabajo para atenderlo. Su decisión de convertirse en teletrabajadora fue forzada, ya que, apenas se reincorporó luego de una breve licencia por maternidad, sufrió (junto con otros empleados) el recorte de plantilla de la empresa para la que trabajaba y debió renegociar su situación laboral. Hoy se alegra de su suerte y asegura que sus ingresos han aumentado. Ha rechazado ofertas en empresas que le ofrecían un empleo tradicional, con concurrencia diaria. Sin embargo muchas veces extraña trabajar en equipo.

Trabajadores Móviles
El BAR convertido en oficina

Muchos decidieron decirle adiós a las cuatro paredes para adoptar la condición de trabajadores móviles. El desarrollo tecnológico permitió que con solo una computadora portátil (que va de 2.300 a 5.000 pesos) y un teléfono celular, que entra en su bolsillo, se pueda conformar la llamada oficina portátil.
Como lugares transitorios de asentamiento, algunos eligieron los bares. Este fenómeno, además de alegrar al rubro gastronómico, reduce los costos fijos. Se calcula que el trabajador móvil consume 20 pesos por día en café y otras consumiciones, lo que sumaría 400 pesos, un valor equivalente a un alquiler modesto de dos ambientes.
La diferencia se logra por la desaparición de la secretaria, gastos de luz y gas, entre otras cosas.

TRABAJAR EN CASA
Diferencias entre Argentina y Estados Unidos

Como casi todas las creaciones del mundo de la informática, la idea del trabajo a distancia también salió de algún laboratorio de los Estados Unidos. Ahora sí, es bueno tomar nota de las grandes diferencias culturales que separan a argentinos de estadounidenses:
Aquí las viviendas son más pequeñas que en EE.UU. Gran [arte de nuestra población vive en departamentos de dos o tres ambientes.
Nuestras comunicaciones son mucho más caras.
Los estadounidenses tienen una histórica cultura del "control por resultado": a los empresarios no les preocupa tanto que los trabajadores cumplan un horario estricto como que hagan bien su tarea.
El trabajo a distancia en Estados Unidos tiene un gran componente de "oficina móvil". Es típico verlo en los aeropuertos: una inmensa cantidad de "businessmen" que aprovechan el tiempo entre vuelo y vuelo para trabajar con su notebook. Esto allá es posible porque se trata de un territorio muy extenso, con una economía descentralizada. Aquí, en cambio, casi toda la actividad está centrada en el área metropolitana de Buenos Aires.

TRABAJO A DISTANCIA
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