FRANCÉS

Un idioma con glamour

Más de 150 millones de personas se comunican diariamente en francés. Es el idioma de 49 países. Se utiliza como lenguaje de negocios en las Naciones Unidas y en la Comunidad Europea. Y es, por cierto, una lengua representante de fuertes valores históricos que han repercutido en el desarrollo político y cultural de cada país. Ha marcado caminos y tendencias en la literatura, en el arte y en las ciencias.

Nace un idioma

En la antigüedad, el actual suelo francés estaba habitado por un pueblo celta: los galos.

El idioma francés comenzó a tomar forma con la invasión romana, capitaneada por Julio Cesar durante los años 58-51 A. de C. No fue suficiente la fuerte resistencia que este pueblo ofreció, con la ocupación del territorio, los galos adoptaron el idioma latín de los soldados romanos. Los incansables seguidores de Asterix, las tiras cómicas Goscinny y Uderzo, no podemos evitar recordar los continuos enfrentamientos entre la aldea gala y los legionarios romanos. En la historieta, los soldados del Cesar siempre caían derrotados por la astucia de Asterix, la fuerzas de su amigo Obelix y la complicidad del resto de los aldeanos.

En el siglo V, la llegada de tribus germánicas aportó al francés nuevas influencias lingüísticas. Sin embargo, el idioma no se impuso como lengua única; los diferentes idiomas y dialectos que transitan por el territorio de Francia son un fiel reflejo de la diversidad étnica y cultural que allí existe.

El actual francés corresponde al grupo de lenguas romances o derivadas del latín. Pertenece también a este conjunto el catalán, empleado como lengua cotidiana por doce millones de personas entre Francia y España. En Francia se habla en las regiones de Languedoc y Rosellón. En Alsacia y partes de Lorena, zonas adyacentes a Alemania, se sigue hablando el dialecto alemánico, derivado del alemán. En algunas regiones alpinas, también en Mónaco y Córcega, la población habla una mezcla de francés e italiano. Algunos habitantes de Bretaña todavía hablan bretón, un lenguaje celta similar al galés. En la región vasca de los Pirineos predomina el vasco, un idioma independiente, el más antiguo de Europa y uno de los pocos que no deriva de fuentes indogermánicas ni latinas.

La atracción de una cultura

A pesar de la fuerte incidencia norteamericana en nuestro mercado cultural actual, es parte del saber popular que los argentinos somos muy europeos, tal vez, como algunos se atreven a afirmar, "los más europeos de América Latina".

A través de ojos franceses, Michéle Bouygue, directora pedagógica de la Alianza Francesa, encuentra en nuestro país, sobre todo en Buenos Aires, fuertes influencias estéticas de la cultura francesa. "Buenos Aires tiene muchos lugares con arquitectura típicamente parisina". La Av. Alvear, el Barrio Parque... por supuesto no son representativos de toda nuestra ciudad pero sí materializan una influencia real de la incidencia francesa en nuestro país. Los argentinos somos, en general, muy francófilos, es decir, amantes de la cultura francesa. Desde que éramos colonia, nuestro panorama cultural giró siempre en torno a Europa, sobre todo Francia. Varios de nuestros próceres fueron franceses o descendientes de estos, como Pueyrredón y Pellegrini; otros visitaron aquel país para aprender, entender e intentar aplicar los ideales del pensamiento ilustrado que convertían a Francia en una gran potencia.

Hoy en día, y sobre todo en los ciclos de grado, en reiteradas ocasiones nos encontramos leyendo, analizando o aprendiendo en español, sobre algún exponente del pensamiento francés como Descartes, Baudrillard, Bourdieu o Rousseau, por ejemplo. (¿Cuántas veces deseamos leer esas ideas tan complejas directamente en su idioma de origen, evitándonos la interpretación del traductor?). Admiramos desde sus tempranos ideales de libertad, fraternidad, igualdad, hasta su incursión en el cine, sus artistas plásticos, sus avances científicos y tecnológicos, su literatura... Conocemos más exponentes de la cultura francesa de lo que en realidad nos imaginamos. Por lo menos desde el siglo XVIII, el estilo de vida y la cultura de los franceses han representado un ideal de civilización al que aspiraban muchos países.

No sólo su nivel intelectual sino también su famosa cocina y sus vinos constituyen un aspecto de la cultura del país que goza de una reputación de excelencia sin igual en el mundo. No hay vinos tan famosos como los de Borgoña, Burdeos y Champagne. Aunque pueden existir pueblos que coman y beban tan bien como los franceses, no pueden jactarse de poseer cocineros de fama internacional, ni de haber influido tanto en la moda culinaria como ellos lo han hecho. Muchos restaurantes de otros países intentan dar a sus platos toques más atractivos y sofisticados, dándoles, además, nombres franceses que los hagan más llamativos. Los extranjeros se toman tan en serio la cocina francesa porque los propios franceses consideran que es mucho más que un simple medio para alimentar el cuerpo. Es una forma de hacer filosofía. Su actitud ante la comida dice mucho acerca de la mentalidad nacional. El comer debe ser una celebración. En el film La fiesta de Babette (de Gabriel Axel) una refugiada parisina del siglo XIX, establecida en Dinamarca, transforma la vida de un grupo de campesinos severos, serios y mezquinos por medio de las delicias de un gran banquete, lleno de exquisiteces francesas. En esa escena, se devela el secreto culinario: la esencia de esta cocina no está en sus salsas complicadas, sino en la cuidadosa preparación de los ingredientes sencillos.

Tanto como la cocina, la moda francesa también es la más influyente del mundo. Desfiles, novedades y escuelas como las de Yves Saint-Laurent, Christian Dior, Pierre Cardin, Chanel siguen marcando las tendencias.

La personalidad del francés

No obstante que ambas lenguas deriven del latín, es posible identificar algunas de las distancias entre el francés y el castellano. Es sobre todo en el sistema fonético donde las diferencias se hacen más visibles. Sorprende la gran variedad de vocales que tiene el francés: dieciséis (nosotros nos arreglamos con cinco).

Otro rasgo distintivo se debe a las estructuras de sus sílabas: más del 80% de ellas son abiertas, es decir terminan en vocal, mientras que el castellano casi duplica el número de sílabas cerradas que tiene el francés. Ambas características influyen de manera directa sobre su acentuación: se ubica en la última sílaba de la palabra, y en la última palabra de la oración. En contraste, el castellano tiene una amplia variedad de palabras graves y esdrújulas, con predominio de las primeras. Sin embargo, el acento que tiene el francés en sus enunciados es de una intensidad discreta, dándole a la oración hablada un ritmo regular y armonioso.

De todas maneras, si nos introducimos en el análisis de esta lengua descubrimos que el francés no presenta en su estructura gramatical grandes diferencias con nuestro idioma. Esto es, sobre todo, lo que facilita su aprendizaje. Para Michéle Bouygue, "estudiar francés no representa ninguna dificultad. A pesar de las diferencias en la pronunciación con el castellano, la similitud de las estructuras gramaticales facilita su aprendizaje". Los argentinos no tenemos un techo lingüístico, no estamos limitados en el aprendizaje de este idioma. Lo importante es educar la boca y "abrir los oídos" para poder optimizar la pronunciación. Además de un buen nivel en la enseñanza, es necesaria una buena predisposición, dedicación y mucha práctica.

A decir verdad, todo el peso no lo lleva el alumno. Según Isabel Vallet, fundadora de la organización DICIFRAN y profesora en Lenguas Vivas y en Joaquín V. González, es sumamente importante la preparación del profesor a cargo de la enseñanza. Es imprescindible que este tenga buena fonética y dicción. "El profesor es el modelo para el oído, para la articulación, para la corrección idiomática en sí misma". El alumno aprende y copia de él.

Idioma y cultura

Los expertos indican que la mejor forma de aprender un idioma es apoyarlo con el conocimiento de su cultura. Michéle Bouygue sostiene que "hablar un idioma es entenderlo, interpretarlo, encontrar sus características; es transitar por las calles de su país y comprender los carteles, poder conversar con la gente, manejarse en un restaurante o en el hotel. Ir a un museo, conocerlo. Leer el periódico, entender su televisión". Este tipo de manejo de la lengua no es difícil de adquirir, "se puede lograr en tres años, por supuesto depende del ritmo que se elija para estudiar el idioma".

La Alianza Francesa ofrece cursos de francés para todos los niveles y para todas las necesidades. Tradicionales, intensivos, acelerados, personalizados o grupales, de francés comercial, técnicas de intérprete, traductor, especializaciones en civilización, literatura, traducción, actualidad científica económica y social, francés de negocios, además de talleres que permiten afianzar el conocimiento lingüístico.

Los cursos que cobraron más importancia son los que ofrecen diplomas otorgados por la Cámara de Comercio e Industria de París. Se dictan, para principiantes, Iniciación al Francés Comercial; en el nivel medio Francés del Secretariado, de la Hotelería y el Turismo, para Profesiones Científicas y Técnicas y Jurídicas; en un nivel avanzado Francés Comercial y Económico y en el superior Francés de los Negocios.

El reconocimiento internacional del nivel de estudio alcanzado se representa en sus diplomas: DELF y DALF. El DELF (Diploma de Estudios de Lengua Francesa) constata la adquisición de las competencias fundamentales en francés. El DALF (Diploma Avanzado de Lengua Francesa) corresponde a un perfeccionamiento orientado a estudios universitarios, el titular de este certificado es capaz de seguir eficazmente los cursos de una universidad francesa en la especialidad elegida por él. Ambos diplomas son otorgados por el ministerio francés de Educación Nacional a través de la Alianza Francesa.

Estudiar en Francia

Distribuidos a lo largo y ancho del país, hay más de cien centros, universidades e institutos donde enseñan el idioma a extranjeros. Los cursos de idioma son arancelados. Los precios varían según la institución, la intensidad, y la ubicación geográfica. Arriba de la Torre Eiffel, debajo del Arco del Triunfo, por las famosas calles de Saint-German-des-Prés, recorriendo los Champs Elysées, en una obra del Louvre... París se convierte en un irresistible destino. En los pasillos, salones y baños de Versailles, símbolo de la riqueza y poderío de Luis XIV. Incluso esquiando en los Alpes. Dijon, con el palacio de los duques de Borgoña; Avignon, la ciudad papal; el monte Saint-Michel; Bordeaux, cuyos castillos son bien conocidos por los amantes del vino; Toulouse, la ciudad rosa con su basílica de ladrillos descubiertos; Carcassone, cercada por murallas medievales; Reims, donde está la catedral y las viñas del Champagne; el valle del Loira, con su asombrosa variedad de paisajes y su patrimonio arquitectónico con más de mil châteaux (castillos y grandes mansiones rurales) que se alzan en las pintorescas regiones de Anjou, Touraine y Orleans; Estrasburgo, Cannes, Niza, Biarritz...

A modo de referencia: según Silvia Suárez, del Servicio Cultural de la Embajada de Francia, un curso en la Universidad de París-Sorbonne, de octubre a enero o de febrero a mayo cuesta alrededor de u$s1.150, los cuatro meses. Las posibilidades son infinitas. Sólo hay que hacer cuentas, elegir el paisaje, levantar el teléfono y reservar los pasajes.

Más razones para decidirse por el francés. Según sostiene la Alianza Francesa de París, el francés es una lengua hablada por más de 150 millones de personas en todo el mundo. Es el idioma de 49 países. En el ranking mundial es el segundo idioma más importante. La Language Travel Gazzette, en su Student Supplement, describe a este idioma como el lenguaje de negocios en las Naciones Unidas y en la Comunidad Europea, donde, además, el 50% de las fusiones y compañías dentro de la Comunidad involucran empresas francesas y británicas.

Según datos suministrados por la Cámara de Comercio e Industria Franco-Argentina, en nuestro país las inversiones de capital francés ocuparon el primer puesto de 1992 a 1995. Actualmente, están en el tercer lugar después de los Estados Unidos y España. Hay 250 empresas francesas en la Argentina.

Para el Servicio Cultural de la Embajada de Francia, son, aproximadamente, 250 mil los estudiantes que aprenden el idioma en la Argentina. En la elección de la lengua, son dos los motivos claros que se presentan. Además del acercamiento cultural, el aspecto económico ya es tenido muy en cuenta por los que deciden el estudio de la lengua. Michéle Bouygue comenta al respecto "los estudiantes se acercan al francés por dos motivos esenciales: conocer o entrar en la cultura francesa y por la utilidad del idioma. Ahora hay muchas empresas francesas instaladas en Argentina, el idioma tiene salida profesional. Todos deben hablar inglés, pero además la gente se da cuenta de la importancia de un tercer idioma, sobre todo si éste le abre las puertas hacia la nueva ola de inversiones que en el país se están viviendo. El tercer idioma es la diferencia".

Cuando el deseo es más fuerte

Claudia tiene 32 años, es abogada y trabaja en la administración pública. Es descendiente de italianos. Sabiendo un poco de la lengua materna y consciente de la importancia de adquirir nuevos conocimientos, decidió perfeccionar su italiano y agregar el inglés en su vida. A pesar de sus esfuerzos, no logró conectarse demasiado con el idioma anglosajón. No fueron suficientes las presiones de su hermana, profesora de inglés, sobre la importancia de esa lengua. Lo estudió un par de años y lo colgó. A los 27, descubrió el francés, se enganchó y se enamoró de este idioma. Ya viajó tres veces a Francia: dos a París y uno a Nantes. Encontró la posibilidad de conseguir una beca para estudiar administración pública en Francia. Necesita un excelente nivel del idioma. Está haciendo planes para su cuarto viaje.

El promotor internacional

Con la "casa madre" en París, la Alianza Francesa distribuye su millar de centros en 126 países, en los que unas 360 mil personas se acercan a la cultura francesa a través del estudio del idioma. Fundada en París en 1883, llegó a la Argentina diez años después.

Su objetivo es difundir la lengua y la cultura francesa mediante cursos, manifestaciones y actividades culturales. Actualmente, en todo el territoro argentino posee 104 centros abiertos al público. En la sede social o central, está la Delegación General de la Alianza Francesa, lo que implica un contacto diario, continuo entre esta sede y la casa madre de París. En cada país la Alianza Francesa es una asociación independiente sin fines de lucro. Sin embargo, la relación entre todos los centros de estudio es muy estrecha. Cada año se reúnen representantes de todas las Alianzas Francesa del mundo en París. Allí analizan, proyectan, y establecen las directivas pedagógicas que serán aplicadas a escala mundial durante ese año. Es un encuentro para unir fuerzas y proyectos.

La Alianza Francesa argentina cuenta con un gran apoyo de la Embajada de Francia, ya sea en lo referente a capacitación de los profesores como a reformas edilicias. Es realizada también de manera conjunta la organización de actividades culturales abiertas a todo el público. Mes a mes, la cultura francesa se nos presenta en muestras de pintura, fotografía, ciclos de cine, obras de teatro y conferencias. Un importante servicio abierto a la comunidad fue realizado entre la Alianza y el gobierno francés: la mediateca. Con un abono muy accesible se pueden consultar CD, internet, cassettes, diarios, revistas, libros; informes, datos, películas, imágenes, música, novedades y registros históricos, todos referentes a la cultura francesa. Está en la sede central de la Alianza Francesa. Vale la pena visitarla.

Canadá: Una alternativa diferente

La organización mundial AIESEC (Asociación Internacional de Estudiantes en Ciencias Económicas y Comerciales) está emprendiendo un nuevo proyecto: una misión comercial entre Argentina y Canadá. El objetivo es desarrollar las relaciones comerciales entre ambos países. Con este propósito, Alexandra Tremblay, representante canadiense, estuvo en nuestro país para difundir el estudio del idioma francés en Quebec. Esta provincia francoparlante tiene una población de 600 mil personas. La intensión de sus habitantes y del resto de las 6 millones de personas que hablan francés en Canadá, es no perder su lengua, no dejarla hundida bajo el predominio del inglés.

Para aquellos estudiantes, profesores y profesionales que deseen aprender el idioma y la cultura quebequense, Alexandra Tremblay promociona cursos en dos instituciones. El Colegio Saint Charles Garnier, fundado por los jesuitas en 1635, está ubicado en el corazón de Quebec, localidad que, por su historia y su arquitectura, ha sido declarada patrimonio mundial de la UNESCO. Este centro ofrece una amplia variedad de posibilidades: por ejemplo, elegir un curso de francés por la mañana y disfrutar la tarde junto a un "animador profesional" visitando museos, parques, practicando deportes u otras actividades recreativas. Otra alternativa es integrarse, dentro de un período de cuatro o seis meses, a una cursada normal, recibiendo todo el apoyo necesario de los profesores y de los profesionales que se encargan de recibir a los extranjeros. Con respecto al alojamiento se puede optar por casas de familias y residencias para estudiantes.

La Universidad de Laval, fundada en Quebec en 1852, es la institución de habla francesa más antigua de América. Congrega alrededor de 35 mil alumnos por año. Esta universidad cuenta con una escuela de lenguas vivientes que es la encargada de recibir y guiar a los estudiantes extranjeros de la lengua francesa. Estudiantes, profesores y profesionales encontrarán un curso a medida. En este caso también existen diversas opciones: una cursada cuatrimestral o semestral, con posibilidades de evitar materias que el estudiante no quiera cursar y utilizar ese tiempo para otras actividades. Incorporarse a cursos de 5 semanas, o inclusive hacer una carrera universitaria completa. Para el alojamiento, entre otras alternativas, se puede elegir el campus universitario o el alquiler de un departamento junto a otros estudiantes.

Ambas instituciones tienen en cuenta que el receso de invierno y verano están invertidos para los estudiantes argentinos, en comparación con otros países del hemisferio norte. Por supuesto el interesado puede incorporarse a los cursos en Canadá en los meses de vacaciones argentinas. El estudio del idioma se amolda a cada necesidad.

¿La ventaja canadiense? Estudiar francés en Canadá aventaja a otros lugares del mundo por sus costos. "El nivel de vida es más económico. En el alojamiento, la comida y otro tipo de actividades recreativas, como la diversión nocturna o las excursiones, Canadá es 2 ó 3 veces más barato que Francia" explica Alexandra.

Como referencia, un curso de cinco semanas en la Universidad de Laval que incluye inscripción, alojamiento, comida, libros, fotocopias y cassettes, se estipula en 1.600 dólares canadienses. En cambio, en el Colegio Saint Charles Garnier, las cinco semanas cuestan 1.900, incluyendo inscripción, escolaridad, pensión completa y actividades socioculturales.

Para mayor información: Colegio Saint Charles Garnier. Ateliers de Langues. Coordinadora Marie Godbout. 1150, boul. René-Lévesque Ouest - Québec, Qc, G1S 1V7. Tel.: (418) 681-0107 - Fax: (418) 681-9631 - E-mail: ateliers@CollegeGarnier.qc.ca Universidad de Laval. Direction de l'Ecole des Langues Vivantes. Director adjunto: Marcel Tremblay. Pavillon Charles-De Konick (2305) - Cité universitaire - G1K 7P4 Québec, Canada. Tel: (418) 656-2321 - Fax: (418) 656-7018 - E-mail: elv@.ulaval.ca

Francia, bajo la lupa

Superficie: 551.695 km2.

Población: 58.000.000 habitantes, París: 9.060.000 habitantes.

La presencia francesa en nuestro país es particularmente fuerte en el sector automotriz, bancario, de industria pesada, bienes de consumo, en trading, en el agro-alimenticio, en seguros, en gestión de servicios públicos, en servicios diversos, en energía. Entre 1990/1991, Francia llegó a ser el primer inversor extranjero con un total de más de 600 millones de dólares, gracias a las grandes inversiones de Total y de France Telecom. (Fuente: Servicios Comerciales de la Embajada de Francia en Argentina).

¿Dónde se habla francés?

Francia:

  • Idioma: francés (oficial), en algunas regiones alemán, bretón, vasco, y dialectos locales.
  • Capital: París.
  • Moneda: Franco francés.
  • Turismo: está cercada por cuatro mares y dominada por la nieve de los Alpes. En París, los Champs Elysées, el Louvre, la Torre Eiffel. En el interior del país se pueden admirar Versailles; Avignon, la ciudad papal; Dijon; Bordeaux; el monte Saint-Michel; Toulouse, la ciudad rosa; Carcassone; Reims...

Canadá:

  • Idioma: francés e inglés
  • Capital: Ottawa
  • Moneda: Dólar canadiense
  • Población: 30 millones
  • Turismo: tiene una superficie de 10 millones de Km (aproximadamente) bañados por los océanos Pacífico, Atlántico y Artico, limitado por Alaska y EE.UU.

Bélgica:

  • Idioma: neerlandés o flamenco (oficial); también se habla francés y alemán.
  • Capital: Bruselas.
  • Moneda: Franco belga
  • Turismo: el país se divide en tres regiones. Al sur, la Alta Bélgica, una llanura con los cerros de las Ardenas, donde se destacan sus bosques, grutas y desfiladeros; la Bélgica Central, flaqueada por el valle del Sambre-Mosa; la Baja Bélgica, al norte una planicie con deltas y estuarios con numerosos canales artificiales. En esta última área se encuentran la ciudad capital, Brujas, Gante y Amberes.

Suiza:

  • Idioma: alemán, francés e italiano.
  • Capital: Berna.
  • Moneda: Franco suizo.
  • Turismo: en la región central de los Alpes, se afirma sobre una industria turística altamente desarrollada. Zurich, "caja fuerte del mundo"; Ginebra; Berna; Basilea; Montreaux. Al sur de la capital están los principales centros de esquí del país, como Gstaad e Interlaken.

Luxemburgo:

  • Idioma: luxemburgués (oficial), también francés y alemán.
  • Capital: Luxemburgo.
  • Moneda: Franco.
  • Turismo: posee un territorio muy accidentado, cruzado por las Ardenas al norte y por una prolongación de la Lorena francesa al sur. Sede bancaria de la Comunidad Europea, la capital y sus alrededores puede ser recorrida en tren en pocas horas.

Mónaco:

  • Idioma: francés (oficial), además monegasco, italiano e inglés.
  • Capital: Mónaco-Ville.
  • Moneda: Franco Francés.
  • Turismo: principado de 1,9 km2 y 30.300 habitantes se halla situado sobre el Mediterráneo en la Costa Azul.

Andorra:

  • Idioma: catalán (oficial), también se habla español y francés.
  • Capital: Andorra la Vella.
  • Moneda: Peseta española.
  • Turismo: pequeño principado (467 km2, 61.500 habitantes), eminentemente montañoso. Limita con España y Francia sobre la cadena de los Pirineos. Tiene reconocidos centros de esquí.

Egipto:

  • Idioma: árabe (oficial), francés e inglés.
  • Capital: El Cairo.
  • Moneda: Libra egipcia.
  • Turismo: el mayor tesoro de Egipto son las pirámides de Gizeh, que datan del 2700 al 2560 a.C.

Líbano:

  • Idioma: árabe (oficial), francés, curdo y armenio.
  • Capital: Beirut.
  • Moneda: Libra libanesa.
  • Turismo: surgido tras la disolución del Imperio otomano luego de la Primer Guerra Mundial. Beirut, ciudad cosmopolita, procura ganarse un lugar entre los destinos turísticos de la región. En el interior, llama la atención Biblos (se cree que de allí proviene la palabra Biblia), así como las ruinas y templos de Baalbeck y los castillos de la época cruzada de Sidón.

Datos útiles para argentinos

  • Servicio Cultural de la Embajada de Francia. Sra. Silvia Suárez (lunes, martes, jueves y viernes de 9 a 11:30) Basavilbaso 1253, Cap.Fed.
  • Alianza Francesa (Sede Social): Av. Córdoba 946 (1056) Buenos Aires. Tel.: 4322-0068 Fax: 4326-6655 info@afbuenosaires.com www.afbuenosaires.com.
  • CEC, Centro de Educación Canadiense. Avenida de Mayo 776 2º piso, Capital Federal. Tel.: 4345-4597 Fax: 4345-6110 cec@ba.net www.cecbuenosaires.net.ar. Dir: Isabel Mayoral Es un organismo sin fines de lucro que representa a distintas instituciones educativas de todo el Canadá. En el 2000 comienzan a dictar cursos en su sede de inglés y francés. Asesoramiento sobre estudios en Canadá.


Fuente: Becas & Empleos – EL BOOM DE LOS IDIOMAS 1998 . Autora: Carina Axelrad




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